"TOMA TU CRUZ"

Escrito el 21/09/2024
PR MIGUEL VAZQUEZ


"TOMA TU CRUZ" 

  Mateo 16:24: "Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame."
  Marcos 8:34: "Y llamando a la gente con sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame."
  Lucas 9:23: "Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame."
Gálatas 6:14: Pablo contrasta la cruz con la ley y enfatiza que la única gloria es en la cruz de Cristo.

Las palabras “negarnos a nosotros mismos” pueden sonar a castigo a primera vista. Pareciera que debemos renunciar a todas nuestras comodidades y cargar con una pesada carga. Sin embargo, negarnos a nosotros mismos implica llevar el yugo de Cristo, que es ligero y liviano.

 Por otro lado, al negarnos a nosotros mismos, decidimos reemplazar nuestros deseos, pensamientos y planes por los propósitos de Dios. Vivimos nuestra vida centrados en considerar a los demás primero que a nosotros mismos.

 Jesús fue el ejemplo perfecto, y cuando elegimos seguirlo, aceptamos vivir como Él vivió. Esto significa aceptar el llamado a hacer cosas que normalmente no haríamos.

 Revístete del nuevo yo
“No mintáis los unos a los otros, porque os habéis despojado del hombre viejo con sus hechos, y os habéis revestido del hombre nuevo, el cual se va renovando hasta alcanzar el conocimiento pleno, conforme a la imagen de su Creador.” (Col 3:9-10)

 Pablo escribió a los colosenses desde la prisión y les proporcionó formas prácticas y viables de tomar su cruz diaria y mostrar el amor de Cristo (Col 3:5-17). Les dio una lista de pecados que debían evitar o “dar muerte” y les explicó el daño que causaban.

Mostrar compasión, bondad, humildad, gentileza, paciencia y perdón.
Elige (sí, es una elección que podemos hacer) que la paz de Jesús gobierne tu corazón, en lugar del conflicto, el miedo, los celos, etc.
Sé agradecido. Haz de la gratitud una prioridad y una práctica diaria y observa cómo tu atención se centra en las muchas bendiciones que recibimos.
Que la palabra de Cristo habite en vosotros con abundancia, que llene vuestras vidas por completo. Pablo y los primeros cristianos no tenían Nuevos Testamentos para leer como nosotros, así que contaban las historias, las cantaban, oraban juntos y compartían su sabiduría. Tenemos muchas más oportunidades de habitar en Su Palabra.